Agradecimientos
Cuando hace algunos meses bailaba en mi cabeza la idea de plasmar en un cuento infantil la historia de Nora, no imaginé en ningún momento todo lo que vendría detrás.
Poner en marcha un proyecto de tal dimensión, sin tener casi idea de por donde empezar, se había convertido en pocos días en uno de los grandes retos profesionales a los que me había enfrentado a lo largo de mi carrera, que por edad, no cuenta con décadas de años de experiencia, pero si con historias preciosas que me han ido formando como maestra, como ser humano, pero sobre todo como madre.
Encontrarme con Nora, ha sido una de las experiencias más intensas que me ha ofrecido el destino. Todavía hoy me pregunto el porqué de tantas coincidencias, que no puedo sentir vertigo al pensarlas. Llegó en un momento de mi vida donde yo necesitaba reencontrarme, mirar un poco más lejos de todo aquello que me rodeaba, y aprender a amar la diversidad de la manera más cariñosa y respetuosa, desde el corazón.
Desde aquel momento supe que algo había cambiado en mí y por eso debía dejarlo plasmado, para que al menos yo pudiera ser consciente de lo que me había puesto delante la vida para siempre.
En estos casi 4 meses de trabajo imparable me he encontrado con gente maravillosa que ha alimentado con sus gestos, palabras, mensajes y llamadas, aún más lo agradecida que me siento. Por ello, merecen que en este espacio ellos también estén reconocidos.
A Naty, mamá de Nora, porque me ha demostrado lo fuerte que puede llegar a ser una madre, guerrera incansable y mujer valiente donde las haya no dudó ni un solo segundo en dejar en mis manos la historia de su vida. Eres ejemplo de lucha, superación y fuerza.
A su marido, por confiar en mí plenamente sin ponerme ni siquiera cara y ser detrás de nosotras los ojos que más ven.
A mi marido porque en todos mis proyectos siempre se sienta a mi lado, dispuesto a volar o a caer...
A mi hijo, por enseñarme a amar la vida...
A la editorial Sar Alejandría por brindarme la oportunidad a ojos cerrados de sacar a la luz este cuento, con todos los profesionales que tiene detras, haciendo especial mención a Eva, mi editora y consejera en todo momento.
A Silvia Irene, porque con sus manos mágicas ha ilustrado esta historia, entendiéndome y respetándome a la perfección.
A todos y cada uno de los medios de comunicación que están llevando nuestro proyecto alrededor del mundo y nos están dando la oportunidad de darle visibilidad a una enfermedad que le pone límites a la vida. A todos millones de gracias.
Y a vosotros, lectores, compradores de este cuento, amigos, familiares, compañeros de profesión y todas aquellas personas que no os puedo poner cara pero que os lleváis esta historia a los rincones de vuestra, GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS, porque sin vosotros no hubiera sido posible vivir este sueño...
Eternamente agradecida....
María Martínez
